Son las siete y media de la mañana, la pequeña escuela infantil del barrio abre sus puertas. Lise entra en la zona donde se recibe a los niños y niñas, va en brazos de su papá, agarrada a su cuello. Evidentemente esa mañana está siendo algo complicada para ella. La educadora, sin dejar de sonreír, toma del brazo a Lise y le dice: “Venga, Lise, no montes una escena esta mañana. Papá se va a trabajar y tú te quedas en la escuela, como siempre”. Una escena ordinaria de una mañana cualquiera en Francia o en España… Palabras “lanzadas” porque sí, porque salen espontáneamente, po…
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